Típico pensamiento de capitalista. A la tierra hay que exprimirle hasta el último recurso en el afán de crear riqueza.
Y eso precisamente es lo que ha ocurrido en El Salvador a travez de los años, destrucción masiva de los escasos recursos naturales, contaminación indiscriminada de las limitadas fuentes de agua por parte de los dueños del país.
Venir ahora a echarle la culpa a los humildes campesinos porque cortan árboles para llevar leña a sus viviendas y cocinar sus míseros alimentos es una cobardía.
Venir ahora a reirse de los niños que con sus pancartas marchan exigiendo respeto para la madre tierra es una vil canallada.
En este país la oligarquía, el gran capital han hecho lo que han querido con la madre naturaleza. Aqui nadie los ha regulado, y si existen algunas leyes destinadas a proteger los recursos naturales, nunca han sido aplicadas, ya sea porque los ricos simpre han comprado voluntades o porque las leyes se las pasan por los coyoles.
Les valió madre destruir uno de los pocos pulmones de la capital, la Finca El Espino, por mucho que protestó la gente en las calles, le metieron los buldozers. ARENA ha repartido entre sus correligionarios tierras protegidas para ser preservadas a cambio de votos.
¿Quién es el que ha envenenado el aire con sus fabricas y aventado a los rios desechos industriales tóxicos?
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