Un día arremete contra los fiscales y los jueces acusándolos de corruptos, incompetentes, de ser los responsables de que los criminales salgan libres, y el siguiente día los pone como la Mamá de Tarzán. Como los únicos capaces para administrar la ley de escuchas, ley que el malacate anda pidiendo hasta de rodillas, solo que, la quiere a su manera.
No quiere que sea la policia la que se encargue de utilizar ese instrumento, según el disparate de Altamirano, la fiscalia va a interceptar la llamada de un criminal ordenando una venta de cocaina, luego va a comunicarse con la policía para que vaya a hacer el arresto.
Si el argumento es que no se le puede confiar a la policía tan delicado intrumento por ser corrupta, la solución no es dárle el instrumento a otra institución corrupta. Lo venimos repitiendo y era una de las mas ansiadas esperanzas de cambio: depuración de instituciones corruptas.
Al final, la jodedera del malacate es solo porque el FMLN se niega a aprobar dicha ley en los terminos que el partido de los escuadroneros la quiere.
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