Le Pelaron La Cara Al Extremista

Producto de sus ya reconocidos delirios y fantasmas político ideológicos, un editorialista de ultraderecha, con un pasado oscuro, según informaciones desclasificadas del departamento de Estado y de la Comisión de la Verdad, se refirió recientemente, a nuestra campaña ciudadana «!No a las armas!».

El editorialista, lejos de argumentar con datos policiales la conveniencia o no, de que los y las salvadoreñas porten armas, de forma legal o no, lo que perversamente dice es que esa campaña busca “quitarle a la gente honrada las armas”, para dejarla en manos de los delincuentes, entre otras sandeces.

Recientemente, las autoridades de Justicia informaron, al hacer un balance de su labor en el presente año, que los homicidios en 2008 había bajado en 10%. Según el Ministerio de Seguridad y Justicia, ese porcentaje reflejaban 338 muertes menos hasta el 11 de diciembre, en comparación a 2007.

El Viceministro de Seguridad y Justicia, Astor Escalante, explicó, que las bajas se debían, en parte, a que dicha cartera de Estado ha trabajado en los temas de prevención y refuerzo del cuerpo policial. Asimismo, por la implantación de la veda de armas en puntos críticos de San Salvador y el interior del país, donde se registran mayor número de homicidios.

Hemos subrayado lo concerniente a la veda, porque, eso tiene que ver con el espíritu de nuestra campaña cívica. Es decir, demuestra, con datos fehacientes que en la medida en que se prohiba el libre uso de armas, la posibilidad de que reduzcan los homicidios es alta.

Tenemos la hipótesis de que, si la veda fuera a escala general, el porcentaje menor de homicidios sería más del 50 por ciento de los que reportan nuestras autoridades.

Es de felicitar, por lo tanto, a las autoridades de Seguridad y Justicia, así como todos los alcaldes, por cierto, la mayoría del FMLN, que sin titubear se decidieron a declarar vedas en sus municipios.

Es decir, ignorar estos datos, y hacer ataques de otro tipo a la campaña ciudadana de este gran medio, sólo puede caber en mentes enfermas y de mucha bajeza.